El círculo del poder detrás del gasto militar de EE.UU: deuda, fondos y familias dominantes

Estados Unidos hoy gasta cerca de 874.000 millones de dólares en defensa en el año fiscal 2024. Esa cifra representa aproximadamente el 13 % del gasto federal total. Esa magnitud, comparada con otras partidas, muestra una dislocación brutal: en salud y programas médicos el gasto federal es enorme, pero no existe equivalencia en términos de influencia ni retorno político‑económico para quienes están al mando del complejo militar.





El negocio de la guerra: ¿quién gana con el gasto militar de Estados Unidos?


La deuda nacional estadounidense ya supera los 35 billones de dólares, y buena parte del gasto militar se financia mediante emisión de deuda, obligando al gobierno a seguir pidiendo prestado y aumentando los pagos de intereses mientras mantiene presupuestos militares colosales.


Las grandes empresas de armamento, como Lockheed Martin, Raytheon, Northrop Grumman, Boeing y General Dynamics, reciben la mayor parte de los contratos militares del Pentágono. Entre 2020 y 2024, los contratistas privados absorbieron aproximadamente 2,4 billones de dólares del gasto discrecional del Departamento de Defensa.


Detrás de esas empresas están los fondos de inversión gigantes, como BlackRock, Vanguard y State Street. Estos fondos no solo poseen acciones de las empresas de defensa, sino que su influencia financiera es enorme, participando en la compra de deuda y en la gestión de carteras de inversión institucional. Además, familias históricas como los Rothschild, Morgan, Rockefeller y Goldman han acumulado poder financiero que conecta con estas estructuras de inversión y contratos, creando una red de intereses mutuos entre finanzas y defensa.


El ciclo funciona de manera cerrada: se aprueba un presupuesto militar altísimo, se financia con deuda en la que participan fondos institucionales, los contratistas reciben los contratos, los fondos obtienen beneficios y el gobierno queda atado a mantener el sistema. Reducir el gasto militar significaría afectar a corporaciones poderosas y grupos financieros con enorme influencia, lo que hace difícil cualquier recorte sustancial.


Decir que el gasto militar de Estados Unidos es simplemente un ejercicio de seguridad nacional es quedarse en lo superficial. Detrás hay un entramado financiero que convierte el gasto en lucro para grupos muy concretos y estructuras políticas que nutren ese modelo. Mientras tanto, millones de estadounidenses ven cómo se recortan recursos en salud, educación y vivienda, mientras el presupuesto bélico crece sin freno. La grandeza militar se paga con deuda, dependencia interna y un sistema donde quienes gobiernan muchas veces tienen intereses alineados con quienes ganan con la guerra. Se trata de un negocio en cadena donde la guerra, el financiamiento público y los beneficios privados forman un círculo del que parece difícil escapar.



Fuentes


* “Budget Basics: National Defense” – Peter G. Peterson Foundation: gasto militar de EE.UU. en FY 2024, cifras del presupuesto. (https://www.pgpf.org/article/budget-explainer-national-defense/?utm_source=chatgpt.com)


* “Defense Budget Materials – FY2025” – sitio oficial del Departamento de Defensa de EE.UU. (https://comptroller.defense.gov/Budget-Materials/Budget2025/?utm_source=chatgpt.com)


* “Where Does the Money Go? Federal Spending on Health Programs” – KFF: gasto en salud en EE.UU. (https://www.kff.org/medicaid/what-does-the-federal-government-spend-on-health-care/?utm_source=chatgpt.com)


* “Pentagon provided \$2.4tn to private arms firms…” – The Guardian: grandes contratos del Pentágono y contratistas privados. (https://www.theguardian.com/us-news/2025/jul/08/pentagon-military-spending?utm_source=chatgpt.com)


* “Defense sector on the Radar” – BlackRock: análisis reciente del sector defensa como tema de inversión. (https://www.blackrock.com/us/individual/insights/defense-sector-on-the-radar?utm_source=chatgpt.com)



Comentarios