La importancia de los astilleros argentinos para la soberanía nacional
La industria naval es un factor decisivo para la soberanía de cualquier nación. Argentina, con su extenso litoral marítimo y fluvial, no puede depender de astilleros extranjeros para renovar su flota mercante y militar. La capacidad de construir y mantener buques en el país no solo garantiza independencia estratégica en materia de defensa y comercio exterior, sino que también genera empleo calificado, impulsa la industria metalúrgica y abre la posibilidad de exportaciones hacia la región.
El Astillero Río Santiago, inaugurado en 1953 durante el segundo gobierno de Juan Domingo Perón, fue concebido como símbolo de industrialización nacional. En sus primeras décadas, bajo gobiernos de orientación desarrollista o con fuerte presencia estatal, se construyeron petroleros, bulk carriers, remolcadores y buques militares de gran porte. En la década de 1970, en pleno auge, llegó a ser uno de los astilleros más importantes de América Latina.
commons.wikimediaDurante la dictadura militar (1976-1983), aunque se continuaron algunos proyectos de buques de guerra como las corbetas MEKO 140, el astillero comenzó a sufrir las consecuencias de la apertura económica y la represión sindical. En los años 80, los gobiernos democráticos buscaron sostener la actividad, pero con limitaciones financieras y condicionamientos de la deuda externa.
La década de 1990, bajo el gobierno de Carlos Menem, marcó un punto de quiebre. En el marco de las privatizaciones y la desindustrialización, se paralizaron contratos, se intentó cerrar el Río Santiago y se privatizó Tandanor, lo que redujo drásticamente la capacidad de la industria naval estatal. Muchos proyectos fueron transferidos al extranjero y el país quedó sin planificación estratégica en el sector.
En los años 2000, durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, se reestatizó Tandanor y se creó el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR). Se retomaron reparaciones de media vida de buques militares, se modernizó parte de la infraestructura y se promovió la reactivación de contratos en el Río Santiago, aunque sin alcanzar todo su potencial histórico.
Logo de Tandanor. common.wikimedia
A partir de 2015, con el gobierno de Mauricio Macri, se produjo un retroceso: se frenaron proyectos en curso y se redujo el financiamiento, lo que volvió a poner en riesgo la continuidad productiva del astillero.
En la etapa reciente, los gobiernos volvieron a poner en agenda la importancia de la industria naval, aunque de forma intermitente y sin un plan integral a largo plazo. El Río Santiago y Tandanor siguen siendo emblemas de la capacidad industrial argentina, pero dependen de la voluntad política para convertirse en motores de desarrollo.
La experiencia histórica demuestra que la fortaleza de los astilleros está directamente vinculada al modelo de país. Los gobiernos con orientación nacional y popular buscaron potenciar su capacidad, mientras que las administraciones alineadas con políticas neoliberales y con los intereses de las potencias extranjeras tendieron a desmantelarlos.
Un gobierno nacional, latinoamericanista debería impulsar un plan estratégico de largo plazo: garantizar financiamiento sostenido, priorizar la construcción nacional en la renovación de la flota mercante y militar, articular con universidades e institutos tecnológicos para formar ingenieros y técnicos, y coordinar con países latinoamericanos para crear un mercado naval regional. La posibilidad de exportar buques hacia Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil o el Caribe sería un paso clave para la integración y para disminuir la dependencia de astilleros europeos y estadounidenses.
La historia enseña que la soberanía no se declama: se construye. Defender y reactivar los astilleros argentinos significa afirmar la independencia nacional y fortalecer la unidad latinoamericana frente a las presiones externas.
Fuentes:
* Ministerio de Defensa de la Nación Argentina, informes institucionales sobre ARS y Tandanor.
* Astillero Río Santiago, publicaciones oficiales y archivo histórico.
* CINAR (Complejo Industrial Naval Argentino), documentos de gestión.
* Horacio Estrada, “Historia de la Industria Naval Argentina”, Editorial Dunken, 2017.
* Oscar Vázquez, “Industria Naval y Desarrollo Nacional”, Revista de la Defensa, 2019.
* Investigaciones del Observatorio de la Industria Naval (Odin), 2022.


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