¿Qué es el Carry Trade?



La fuga de capitales en Argentina es un proceso que se repite de manera cíclica y que ha marcado la historia económica del país. Cada vez que un gobierno liberal obtiene dólares de algún organismo internacional, de un préstamo bilateral o incluso de una emisión de deuda, esos recursos se presentan como una solución transitoria para calmar la crisis. En apariencia, el ingreso de divisas engrosa las reservas del Banco Central y da cierta tranquilidad, pero en la práctica lo que sucede es muy diferente.

Los dólares que llegan rara vez se destinan a inversiones productivas o a infraestructura que genere crecimiento sostenible. El Banco Central, presionado por la inestabilidad cambiaria, utiliza esos fondos para intervenir en el mercado y mantener bajo control el valor del dólar oficial. Al mismo tiempo, el gobierno necesita evitar que los pesos se escapen hacia la divisa extranjera, por lo que ofrece tasas de interés muy altas en instrumentos financieros en moneda local. Ese mecanismo atrae a inversores y especuladores que encuentran en la Argentina un terreno fértil para realizar operaciones conocidas como carry trade.

Este proceso sucedió durante la dictadura militar y Alfredo Martínez de Hoz como Ministro de Economía; durante el gobierno de Carlos Menem y su sucesor Fernando de la Rúa, ambos con Domingo Felipe Cavallo como Ministro de Economía; durante el gobierno de Mauricio Macri y Luis "Toto Caputo" como Ministro (ver en este blog "Los 45.000 millones que desaparecieron: cómo el FMI rescató a los bancos y perjudicó a la Argentina"); y, actualmente con el presidente Javier Milei y el mismo Caputo, otra vez al frente del ministerio de economía. Lo extraño es que muchos argentinos no lo perciban, no tengan en cuenta la historia y vuelvan a votar o aceptar a aquellos que se enriquecen a costa de su empobrecimiento.

José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de economía de la dictadura militar

Domingo Felipe Cavallo, ministro de economía de Carlos Menem y de Fernando de la Rúa


El ministro de economía Luis Caputo trabajó en JP Morgan entre 1994 y 1998, donde fue jefe de trading de bonos. Luego pasó a Deutsche Bank, donde llegó a ser responsable del área de trading para América Latina.

El actual presidente del Banco Central de la República Argentina, Santiago Bausili trabajó 11 años en JP Morgan, especializado en financiamiento de mercados de capitales, y posteriormente se desempeñó en Deutsche Bank durante casi una década en el área de deuda y financiamiento.

Luis "Toto" Caputo, actual ministro de Economía de Javier Milei

Santiago Bausili, actual presidente del Banco Central de la República Argentina

El procedimiento es simple y extremadamente rentable para quienes lo aprovechan. Con sus propios dólares o, incluso, con los dólares ingresados por el préstamo, los inversores los cambian a pesos y colocan su dinero a tasas elevadísimas, asegurando rendimientos muy por encima de lo que ofrece cualquier mercado del mundo desarrollado. El Banco Central, con los dólares del préstamo, mantiene estable el tipo de cambio durante un tiempo, lo que garantiza a los especuladores que, al salir, podrán recomprar dólares a un precio relativamente bajo.

Cuando los actores financieros perciben que el esquema está agotado o que la confianza en el gobierno se erosiona, se produce la estampida. Todos al mismo tiempo liquidan sus posiciones en pesos, compran dólares y los giran al exterior. Lo que queda es una economía exhausta, con menos reservas que al inicio del proceso y con una deuda más pesada que antes, porque al financiamiento externo se suma la deuda interna generada por los intereses de las colocaciones en pesos.

Es importante aclara que Luis "Toto" Caputo y Santiago bausili son socios en la consultora de alcance macroeconómico y financiero Anker Latinoaméricana S.A.

Justamente, y no por casualidad, el JP Morgan avisó que se retiraba de Argentina y esta era la señal para que el resto de los inversores dejen el carry trade. Ver:

https://urgente24.com/dinero/jp-morgan-preferimos-dar-un-paso-atras-argentina-n604444

De idéntica forma desaparecieron los 45.000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional prestó al gobierno de Mauricio Macri en 2018. No se tradujeron en obras, ni en fábricas, ni en mejoras para la sociedad. Fueron dólares que entraron por una ventanilla y salieron rápidamente por la otra, dejando tras de sí una montaña de deuda que hoy paga el pueblo argentino. El mismo esquema se había repetido en otros momentos de la historia, y se repite porque no hay controles efectivos para frenar la fuga. El Banco Central autoriza pagos de importaciones o de deudas privadas que muchas veces esconden maniobras de sobrefacturación o subfacturación. Los organismos de control no logran detener la creatividad de quienes buscan dolarizarse a cualquier costo.

El resultado es siempre el mismo. Una minoría logra ganancias extraordinarias aprovechando tasas imposibles de encontrar en otro país, mientras que la mayoría se queda con la carga de la deuda y con una economía cada vez más débil. Los dólares que debían servir para estabilizar y fortalecer, terminan siendo el combustible de la especulación y de la fuga. Argentina se queda sin divisas, con inflación en alza y con una sociedad que vuelve a pagar una factura que no generó.

Cuando te preguntes ¿por qué mi poder adquisitivo baja año tras año? o, más simple, ¿por qué soy más pobre?volvé a leer este artículo.



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